miércoles, 6 de abril de 2011

ESTAMOS HASTA LA MADRE...

El asesinato de Juan Francisco Sicilia, hijo del escritor mexicano Javier Sicilia, junto con otros seis jóvenes ocurrido el 28 de marzo pasado en la ciudad de Cuernavaca, Morelos, ha motivado la movilización de una buena parte de la sociedad civil mexicana para exigir al gobierno justicia, alto a la impunidad y a la violencia.
El miércoles 6 de abril más de 28 estados de la República se sumaron al llamado de los integrantes de la Red por la Paz y la Justicia organizando marchas para exigir a las autoridades que pongan alto a la impunidad.
Presentamos aquí la carta pública que tras conocer el asesinato de su hijo escribió Javier Sicilia sumándonos así -los editores de este blog- a la exigencia de esa importante parte de la sociedad civil que está despierta y organizándose en México.



(CARTA ABIERTA A LOS POLÍTICOS Y A LOS CRIMINALES)
 
 por Javier Sicilia
 
 El brutal asesinato de mi hijo Juan Francisco, de Julio César Romero
 Jaime, de Luis Antonio Romero Jaime y de Gabriel Anejo Escalera, se
 suma a los de tantos otros muchachos y muchachas que han sido
 igualmente asesinados a lo largo y ancho del país a causa no sólo de
 la guerra desatada por el gobierno de Calderón contra el crimen
 organizado, sino del pudrimiento del corazón que se ha apoderado de
 la mal llamada clase política y de la clase criminal, que ha roto sus
 códigos de honor.
 
 No quiero, en esta carta, hablarles de las virtudes de mi hijo, que
 eran inmensas, ni de las de los otros muchachos que vi florecer a su
 lado, estudiando, jugando, amando, creciendo, para servir, como tantos
 otros muchachos, a este país que ustedes han desgarrado. Hablar de
 ello no serviría más que para conmover lo que ya de por sí conmueve
 el corazón de la ciudadanía hasta la indignación. No quiero tampoco
 hablar del dolor de mi familia y de la familia de cada uno de los
 muchachos destruidos. Para ese dolor no hay palabras –sólo la
 poesía puede acercarse un poco a él, y ustedes no saben de
 poesía–. Lo que hoy quiero decirles desde esas vidas mutiladas,
 desde ese dolor que carece de nombre porque es fruto de lo que no
 pertenece a la naturaleza –la muerte de un hijo es siempre
 antinatural y por ello carece de nombre: entonces no se es huérfano
 ni viudo, se es simple y dolorosamente nada–, desde esas vidas
 mutiladas, repito, desde ese sufrimiento, desde la indignación que
 esas muertes han provocado, es simplemente que estamos hasta la madre.
 
 Estamos hasta la madre de ustedes, políticos –y cuando digo
 políticos no me refiero a ninguno en particular, sino a una buena
 parte de ustedes, incluyendo a quienes componen los partidos–,
 porque en sus luchas por el poder han desgarrado el tejido de la
 nación, porque en medio de esta guerra mal planteada, mal hecha, mal
 dirigida, de esta guerra que ha puesto al país en estado de
 emergencia, han sido incapaces –a causa de sus mezquindades, de sus
 pugnas, de su miserable grilla, de su lucha por el poder– de crear
 los consensos que la nación necesita para encontrar la unidad sin la
 cual este país no tendrá salida; estamos hasta la madre, porque la
 corrupción de las instituciones judiciales genera la complicidad con
 el crimen y la impunidad para cometerlo; porque, en medio de esa
 corrupción que muestra el fracaso del Estado, cada ciudadano de este
 país ha sido reducido a lo que el filósofo Giorgio Agamben llamó,
 con palabra griega, zoe: la vida no protegida, la vida de un animal,
 de un ser que puede ser violentado, secuestrado, vejado y asesinado
 impunemente; estamos hasta la madre porque sólo tienen imaginación
 para la violencia, para las armas, para el insulto y, con ello, un
 profundo desprecio por la educación, la cultura y las oportunidades
 de trabajo honrado y bueno, que es lo que hace a las buenas naciones;
 estamos hasta la madre porque esa corta imaginación está permitiendo
 que nuestros muchachos, nuestros hijos, no sólo sean asesinados sino,
 después, criminalizados, vueltos falsamente culpables para satisfacer
 el ánimo de esa imaginación; estamos hasta la madre porque otra
 parte de nuestros muchachos, a causa de la ausencia de un buen plan de
 gobierno, no tienen oportunidades para educarse, para encontrar un
 trabajo digno y, arrojados a las periferias, son posibles reclutas
 para el crimen organizado y la violencia; estamos hasta la madre
 porque a causa de todo ello la ciudadanía ha perdido confianza en sus
 gobernantes, en sus policías, en su Ejército, y tiene miedo y dolor;
 estamos hasta la madre porque lo único que les importa, además de un
 poder impotente que sólo sirve para administrar la desgracia, es el
 dinero, el fomento de la competencia, de su pinche
 “competitividad” y del consumo desmesurado, que son otros nombres
 de la violencia.
 
 De ustedes, criminales, estamos hasta la madre, de su violencia, de su
 pérdida de honorabilidad, de su crueldad, de su sinsentido.
 
 Antiguamente ustedes tenían códigos de honor. No eran tan crueles en
 sus ajustes de cuentas y no tocaban ni a los ciudadanos ni a sus
 familias. Ahora ya no distinguen. Su violencia ya no puede ser
 nombrada porque ni siquiera, como el dolor y el sufrimiento que
 provocan, tiene un nombre y un sentido. Han perdido incluso la
 dignidad para matar. Se han vuelto cobardes como los miserables
 Sonderkommandos nazis que asesinaban sin ningún sentido de lo humano
 a niños, muchachos, muchachas, mujeres, hombres y ancianos, es decir,
 inocentes. Estamos hasta la madre porque su violencia se ha vuelto
 infrahumana, no animal –los animales no hacen lo que ustedes
 hacen–, sino subhumana, demoniaca, imbécil. Estamos hasta la madre
 porque en su afán de poder y de enriquecimiento humillan a nuestros
 hijos y los destrozan y producen miedo y espanto.
 
 Ustedes, “señores” políticos, y ustedes, “señores”
 criminales –lo entrecomillo porque ese epíteto se otorga sólo a la
 gente honorable–, están con sus omisiones, sus pleitos y sus actos
 envileciendo a la nación. La muerte de mi hijo Juan Francisco ha
 levantado la solidaridad y el grito de indignación –que mi familia
 y yo agradecemos desde el fondo de nuestros corazones– de la
 ciudadanía y de los medios. Esa indignación vuelve de nuevo a poner
 ante nuestros oídos esa acertadísima frase que Martí dirigió a los
 gobernantes: “Si no pueden, renuncien”. Al volverla a poner ante
 nuestros oídos –después de los miles de cadáveres anónimos y no
 anónimos que llevamos a nuestras espaldas, es decir, de tantos
 inocentes asesinados y envilecidos–, esa frase debe ir acompañada
 de grandes movilizaciones ciudadanas que los obliguen, en estos
 momentos de emergencia nacional, a unirse para crear una agenda que
 unifique a la nación y cree un estado de gobernabilidad real. Las
 redes ciudadanas de Morelos están convocando a una marcha nacional el
 miércoles 6 de abril que saldrá a las 5:00 PM del monumento de la
 Paloma de la Paz para llegar hasta el Palacio de Gobierno, exigiendo
 justicia y paz. Si los ciudadanos no nos unimos a ella y la
 reproducimos constantemente en todas las ciudades, en todos los
 municipios o delegaciones del país, si no somos capaces de eso para
 obligarlos a ustedes, “señores” políticos, a gobernar con
 justicia y dignidad, y a ustedes, “señores” criminales, a
 retornar a sus códigos de honor y a limitar su salvajismo, la espiral
 de violencia que han generado nos llevará a un camino de horror sin
 retorno. Si ustedes, “señores” políticos, no gobiernan bien y no
 toman en serio que vivimos un estado de emergencia nacional que
 requiere su unidad, y ustedes, “señores” criminales, no limitan
 sus acciones, terminarán por triunfar y tener el poder, pero
 gobernarán o reinarán sobre un montón de osarios y de seres
 amedrentados y destruidos en su alma. Un sueño que ninguno de
 nosotros les envidia.
 
 No hay vida, escribía Albert Camus, sin persuasión y sin paz, y la
 historia del México de hoy sólo conoce la intimidación, el
 sufrimiento, la desconfianza y el temor de que un día otro hijo o
 hija de alguna otra familia sea envilecido y masacrado, sólo conoce
 que lo que ustedes nos piden es que la muerte, como ya está
 sucediendo hoy, se convierta en un asunto de estadística y de
 administración al que todos debemos acostumbrarnos.
 
 Porque no queremos eso, el próximo miércoles saldremos a la calle;
 porque no queremos un muchacho más, un hijo nuestro, asesinado, las
 redes ciudadanas de Morelos están convocando a una unidad nacional
 ciudadana que debemos mantener viva para romper el miedo y el
 aislamiento que la incapacidad de ustedes, “señores” políticos,
 y la crueldad de ustedes, “señores” criminales, nos quieren meter
 en el cuerpo y en el alma.
 
 Recuerdo, en este sentido, unos versos de Bertolt Brecht cuando el
 horror del nazismo, es decir, el horror de la instalación del crimen
 en la vida cotidiana de una nación, se anunciaba: “Un día vinieron
 por los negros y no dije nada; otro día vinieron por los judíos y no
 dije nada; un día llegaron por mí (o por un hijo mío) y no tuve
 nada que decir”. Hoy, después de tantos crímenes soportados,
 cuando el cuerpo destrozado de mi hijo y de sus amigos ha hecho
 movilizarse de nuevo a la ciudadanía y a los medios, debemos hablar
 con nuestros cuerpos, con nuestro caminar, con nuestro grito de
 indignación para que los versos de Brecht no se hagan una realidad en
 nuestro país.
 
 Además opino que hay que devolverle la dignidad a esta nación.


Javier Sicilia's Open Letter to Mexico's Politicians and Criminals

After the Murder of the Poet and Journalist's Son, a Call to the Nation's Citizenry to Come Out into the Streets on Wednesday



By Javier Sicilia
Translated from Proceso by Narco News

April 4, 2011
The brutal assassination of my son, Juan Francisco, of Julio César Romero Jaime, of Luis Antonio Romero Jaime, and of Gabriel Anejo Escalera, is added to so many other boys and girls who have been assassinated just the same throughout the country, not only because of the war unleashed by the government of Calderón against organized crime, but also the rotting of the heart that has been wrought by the poorly labeled political class and the criminal class, which has broken its own codes of honor.
I do not wish, in this letter, to speak with you about the virtues of my son, which were immense, nor of those of the other boys that I saw flourish at his side, studying, playing, loving, growing, to serve, like so many other boys, this country that you all have shamed. Speaking of that doesn’t serve for anything more than to move what already moves the heart of the citizenry to indignation. Neither do I wish to talk about the pain of my family and the families of each one of the boys who were destroyed. There are not words for this pain. Only poetry can come close to it, and you do not know about poetry. What I do wish to say to you today from these mutilated lives, from the pain that has not name because it is fruit of something that does not belong in nature – the death of a child is always unnatural and that’s why it has no name: I don’t know if it is orphan or widow, but it is simply and painfully nothing – from these, I repeat, mutilated lives, from this suffering, from the indignation that these deaths have provoked, it is simply that we have had it up to here.
We have had it up to here with you, politicians – and when I say politicians I do not refer to any in particular, but, rather, a good part of you, including those who make up the political parties – because in your fight for power you have shamed the fabric of the nation. Because in middle of this badly proposed, badly made, badly led war, of this war that has put the country in a state of emergency, you have been incapable – due to your cruelties, your fights, your miserable screaming, your struggle for power – of creating the consensus that the nation needs to find the unity without which this country will not be able to escape. We have had it up to here because the corruption of the judicial institutions generates the complicity with crime and the impunity to commit it, because in the middle of that corruption that demonstrates the failure of the State, each citizen of this country has been reduced to what the philosopher Giorgio Agamben called, using a Greek word, “zoe”: an unprotected life, the life of an animal, of a being that can be violated, kidnapped, molested and assassinated with impunity. We have had it up to here because you only have imagination for violence, for weapons, for insults and, with that, a profound scorn for education, culture, and opportunities for honorable work, which is what good nations do. We have had it up to here because your short imagination is permitting that our kids, our children, are not only assassinated, but, later, criminalized, made falsely guilty to satisfy that imagination. We have had it up to here because others of our children, due to the absence of a good government plan, do not have opportunities to educate themselves, to find dignified work and spit out onto the sidelines become possible recruits for organized crime and violence. We have had it up to here because the citizenry has lost confidence in its governors, its police, its Army, and is afraid and in pain. We have had it up to here because the only thing that matters to you, beyond an impotent power that only serves to administrate disgrace, is money, the fomentation of rivalry, of your damn “competition,” and of unmeasured consumption which are other names of the violence.
As for you, the criminals, we have had it up to here with your violence, with your loss of honor, your cruelty and senselessness.
In days of old you had codes of honor. You were not so cruel in your paybacks and you did not touch the citizens nor their families. Now you do not distinguish. Your violence already can’t be named because, like the pain and suffering that you provoke, it has no name nor sense. You have lost even the dignity to kill. You have become cowards like the miserable Nazi sonderkommandos who kill children, boys, girls, women men and elders without any human sense. We have had it up to here because your violence as become infrahuman – not animal, as animals do not do what you do – but subhuman, demonic, imbecilic. We have had it up to here because in your taste for power and enrichment you humiliate our children and destroy them, producing fear and fright.

It is you, “señores” politicians, and you, “señores” criminals – in quotes because this epithet is given only to honorable people – are with your omissions, your fights and your actions, making the nation vile. The death of my son Juan Francisco has lifted up solidarity and a cry of indignation – that my family and I appreciate from the depth of our hearts – from the citizenry, and from the media. That indignation comes back anew to put in our ears the phrase that Martí directed at those who govern: “If you can’t, then resign.” Putting this back in our ears – after the thousands of anonymous and not anonymous cadavers that we have at our backs, which is to say, of so many innocents assassinated and debased – this phrase must be accompanied by large citizen mobilizations that obligate you, at these moments of national emergency, to unite to create an agenda that unites the nation and believes in a state of real governability. The citizen networks of the state of Morelos are calling for a national march on Wednesday, April 6, that will leave at 5 p.m. from the monument of the Dove of Peace to the Government Palace, demanding justice and peace. If the citizenry does not unite in this and constantly reproduce it in all cities, in all towns and regions of the country, if we are not capable of obligating you, “señores” politicians, to govern with justice and dignity, and you, “señores” criminals, to retake your codes of honor and limit your savagery, the spiral this violence has generated will bring us on a path of horror without return. If you, “señores” politicians do not govern well and do not take seriously that we live in a state of national emergency that requires your unity, and you, “señores” criminals, do not limit your actions, you will end up winning and having power but you will govern and reign over a mountain of ossuaries and of beings that are beaten and destroyed in their souls, a dream that none of us envy.
There is no life, Albert Camus wrote, without persuasion and without peace, and the history of Mexico today only knows intimidation, suffering, distrust and the fear that one day another son or daughter of another family will be debased and massacred. You only know what you are ask us, that death, as is already happening today, becomes an affair of statistics and administration and which we should all get used to it.
Because we do not want this, next Wednesday we will go out into the street: because we do not want one more child, one more son, assassinated, the citizen networks of Morelos are calling for national citizen unity that we must maintain alive to break the fear and isolation that the incapacity of you, “señores” politicians, and the cruelty of you, “señores” criminals, want us to put in our bodies and souls.
I remember, in this sense, some verses by Bertholt Brecht, when the horror of Nazism, which is to say, the horror of the installation of crime in the daily life of a nation, appeared: “One day they came for the blacks, and I said nothing. Another day they came for the Jews, and I said nothing. One day they came for me (or for a son of mine) and I had nothing to say.” Today, after so many crimes supported, when the destroyed body of my son and his friends has brought the citizenry to mobilize anew, and in the media we must speak with our bodies, with our walk, with our cry of indignation, so that those verses of Brecht are not made a reality in our country.
Additionally, I opine that we must return dignity to this nation.
(Translator’s Note: The term “we have had it up to here” really doesn’t sufficiently capture the indignant depth of the original Spanish, “estamos hasta la madre,” which literally translates as “we have had it up to the mother.” But since that won’t be well understood in English, I used “had it up to here” instead. As always, we welcome readers to suggest a better way to translate it. Additionally, I extend our maximum solidarity as journalists, poets and human beings to our colleague Javier Sicilia, his family, and the families and friends of the young men who were assassinated outside of Cuernavaca last weekend, and applaud his courage and selflessness at a moment when most people in such pain would, understandably, not have the strength to do the service he is doing for all the people of Mexico and the world. – Al Giordano)
 
 

sábado, 29 de enero de 2011

Puntos suspensivos

Spachoulli 

He podido salir y regresar para decir con rotundidad, que algunos funcionamos con puntos cardinales suspensivos…por ahi el norte , por allá el sur , el este y los latidos del oeste. Hay cosas en nuestro interior que pocas veces fallan (no dejemos que se pierdan)
Todos deberíamos cruzar mas a menudo el puente que nos lleva al otro lado y descubrir cómo son las nuevas avenidas de la vida, cuestionarnos sobre nuestro destino, sobre nosotros mismos, sobre el azar, el factor suerte o sobre las personas y las cosas que  se sostienen misteriosamente a nuestro alrededor, sin las cuales no somos nada.
Este es el privilegio que, de alguna manera tiene que compensar la otra cara de la moneda. Bienvenidos sean siempre esos brazos y esos lugares en donde gestamos nuestros mejores recuerdos.
A menudo vivo la vida tan intensamente, que otras vidas aprehendidas se asoman por algunos de estos puntos cardinales suspensivos…y se que puedo ofrecer la mano, el brazo, el beso o la mirada más pura y sencilla que deja ver todas las lagunas y los desiertos que forman parte del camino …porque resulta que en esta enfermedad contagiosa , hasta lo más triste resulta bonito.
Pero insisto, hay momentos tan intensos que incluso pueden sacar chispas, al tocar y al tocarnos, como en el hotel Bowery en el East Side ¿habrían sentido lo mismo Bob , Allen , Gims Beng o Kerouax?? no me da miedo el alambre , ni la barra , ni la red que a veces no alcanzo a ver cuando aparece el vértigo. Me gusta este riesgo y de vez en cuando me la pego, como vos ….sin tener que ocultar las cicatrices (quizás gracias a ellas nos va llegando lo mejor).


jueves, 18 de noviembre de 2010

Cuento

Entre Cuerdos y Recuerdos
Helen Blejerman

Llegué y la ciudad estaba sola, pero sola, sola. Como esa intimidad de toque eléctrico, que cala desde el centro del silencio, hasta la mera punta de cada pelo del cuerpo. Como cuando tocas el pulgar frío del pie de tu padre, para darte cuenta que está muerto. Sin vuelta para atrás, su primer día de muerto. Vaya, la ciudad estaba difunta.
Dicen que cuando uno deja atrás un lugar, la útima foto se congela y queda pactado el recuerdo. Éste pierde calor, gana frío y queda petrificado, para uno a uno amontonarse en la espalda (quizá por eso los viejos caminan encorvados, por el peso de tanto recuerdo). Esta última foto-memoria, hace difícil entender que aunque uno no esté presente, el lugar que se dejó sigue vivo. Se sigue encendiendo el primer faro cada mañana, se sigue apagando el último faro cada noche y la madrugada maternal sigue cuidando al borracho, mostrándole a través de los charcos su méndiga alma zigzagueante.

Por la rigidez de los recuerdos, no es fácil entender que los líquidos del lugar que se dejó, siguen corriendo por sus venas. Que el barullo citadino inhala y exhala, y que los pájaros cantan en las vecindades y escapan de mil jaulas abiertas. . . esté uno o no esté uno.

Aquí, la ciudad no siguió viva, siguió muerta. No sé porqué y no sé cuándo.

El sitio es el mismo de entonces pero no reconozco lo que veo. Estoy segura que es el lugar correcto, porque entré caminando y había un letrero de bienvenida. El que pone la delegación para que sepas que ya llegaste.

Mientras que buscaba la calle donde nací -quiza buscando los brazos de mi madre- creí ver a una niña. Pero, ¿qué haría una criatura sola en una ciudad desierta?. Bueno, ¿qué hace una mujer sola en una ciudad desierta?. Lo que parecía una niña, lo era. Se acercó más a mí y me hizo una seña para que la siguiera. Le quería preguntar ¿qué sabía ella de ésto que estaba pasando. . . o más bien, no pasando?. La seguí. Empezó a correr y me obligó a correr, le grité: “¡Detente, cuidado!”. Ver correr a una chiquilla en una avenida grande desierta, parece mucho más peligroso que verla en la misma avenida totalmente transitada.  Dio la vuelta en una esquina, donde un grupo de niños jugaban en el patio de una escuela. Los niños explotaron el silencio en risas. La criatura misteriosa y único habitante, se incorporó al grupo de niños misteriosos, únicos habitantes. Mientras yo trataba de entender primero aquella soledad y ahora la presencia de los niños, salió al patio lo que parecía una maestra, pero rápidamente se volvió a meter al edificio. La niña corrió fuera del patio y yo la seguí diciéndole: “¡Cuidado, no puedes correr así por una ciudad vacía!”.

La chiquilla entró a lo que parecía un mercado. Me fui acercando para encontrarme con un típico mercado local, con techos de lonas rosas e innumerables verduras frescas. La criatura estuvo siempre visible pero ahora frustrantemente inalcansable. El mercado lleno de nuevos habitantes únicos (y escandalosos), dejó ver a lo lejos una avenida rápida ahora totalmente transitada: claxons, motores, silvidos de policías, sirenas de ambulancias. . . gente yendo y viniendo. También se manifestó una entrada del Metro, con ríos desbocados de personas entrando y saliendo indefinidamente.
De la niña no supe más.

La ciudad difunta estaba viva. Los espacios ganaban existencia. Se rellenaban lenta y continuamente como las ondas del río, cuando se avienta una piedra a la superficie. Yo me encontraba casi en las afueras, empujada y bienvenida al mismo tiempo por estas reconstruídas escenas.

Ésta no es la gente que yo recuerdo, todos son diferentes. Me pregunto, “¿dónde estaban en el momento en que llegué? y ¿dónde están los que yo dejé?.
¿Será que en la distancia, la memoria va desbesando, desabrazando y desquitando ‘amoramientos’?. ¿Será que uno se lleva consigo las almas de las personas familiares y no las vuelve a regresar a sus cuerpos y esos cuerpos tienen que generar nuevamente sus propias almas?.

Supongo que uno mismo, al llegar al lugar que se dejó hace mucho, dibuja nuevos cuerpos, rostros y amores. . . o quizá después de todo, el lugar hace tiempo no visitado, sí muere y revive en cada visita.


Publicado en
- Antología Recuentos Urbanos 2009. Editorial Palabras y Plumas Editores, México DF.
- Now Then Magazine' issue June 2010. Sheffield, UK.

martes, 19 de octubre de 2010

Adiós Charquiband!

De una de las peores catástrofes que ha vivido Chile en su historia nació una banda chilena trasatlántica: Charquiband. El pasado 30 septiembre esta banda ofrecio su última tocada en Sheffield, la ciudad que hace siete meses la vio nacer, la escucho tocar y de la que hoy, con motivo de la partida de su guitarrista y vocalista se despide.

Chicha & Rock, una banda formada con músicos chilenos amateur, estudiantes de diferentes posgrados en la Universidad de Sheffield, se transformó en Charquiband un día en que los chilenos radicados en Sheffield se organizaron para mandar recursos y ayuda a los pueblos que en febrero de 2010 fueron debastados por el terremoto que dejó en Chile un saldo aproximado de 521 fallecidos, medio millón de viviendas dañadas y un estimado de 2 millones de danmificados.

Los estudiantes y la gran comunidad chilena que desde hace varias decadas radica en esta ciudad organizaron el evento para la recaudación de ayuda y motivaron con ello el nacimiento del cuarteto que estuvo integrado por Claudio Salas (voz y guitarra), Héctor Madrid (batería), Herman Elgueta (bajo) y Bernardo Aguilera (teclados).

El Red House Pub fue el escenario de la despedida, y no podía ser de otra manera, ya que este lugar fue considerado por los integrantes de la Charquiban como su casa musical, pues fue el lugar que les acogió y les abrió la puerta a su proyecto musical.

El repertorio que la Charquiband expuso en escenarios de Sheffield, Leeds y Huddersfield a lo largo de sus siete meses de vida, podría definirse como una especie de mezcla entre música folklórica chilena y rock, y Hector Madrid, baterista de la banda, nos platica que caminaron por una corriente musical que en Chile comenzó a ser muy popular desde los años 70.

“Documentando lo que nosotros hicimos y documentando el repertorio que tocamos, con mucha sorpresa me di cuenta de que salvo una canción de nuestro repertorio, todas las demás eran canciones anteriores a 1978, o sea que estamos hablando de que fue un repertorio de canciones de los años 1943, 1954, 1967, 1972, es decir, de un repertorio que está enraizado en la tradición chilena y que ha traspasado las generaciones porque hasta el día de hoy suenan tan vigentes como en su momento.”

Luego de su presentación inicial en el evento para la recaudación de ayuda para los damnificados del terremoto en Chile, Charquiband fue invitada a tocar en otros eventos entre los que destaca su participación en la semana del refugiado que se celebró en Huddersfield y mas recientemente su presentación en los eventos de celebración de los bicentenarios de la independencia de Chile y México.

Pero Charquiband se despidó en septiembre y no se sabe todavía si el proyecto sobrevivirá a la partida de uno de sus integrantes.

He aquí, pues, el testimonio de su paso por este mundo.






viernes, 3 de septiembre de 2010

Bebés en Sheffield

Ser mamá en el extranjero

Jannet Pérez 

Ser mamá es lo mejor que me pudo pasar aquí y en cualquier parte del mundo, sin embargo, haber tenido a mi bebe en Sheffield fue, sin duda, una parte fundamental para mi tranquilidad como mamá, pues existen muchas facilidades para los bebés y para uno como madre, entre ellas puedo mencionar por ejemplo: excelente servicio médico, facilidades para salir con tu bebé a cualquier lugar (autobuses, tiendas, estaciones de tren, parques, cine, restaurantes, centros comerciales), la mayoría de las calles tiene rampas, lo cual facilita el tránsito con una carreola, ¡definitivamente éste es un país ideal para tener un bebé!
El tipo de atención médica pública es algo que nunca había visto en mi país, México, donde desgraciadamente existen diferencias abismales con respecto al servicio y la atención médica que recibí aquí.
Me centraré en platicar más a fondo sobre la experiencia que viví en Sheffield.
Desde el inicio del embarazo tuve mucha atención, (todo tipo de pruebas para saber si el bebé  y yo estábamos bien) y la visita mensual de una partera que monitoreaba al bebé y a mí  de la mejor manera. En el último mes de embarazo las visitas se incrementaron ¡hasta estar conmigo en el momento del parto!  Durante esas visitas las parteras ofrecen explicaciones sobre todo lo que va ocurriendo mes con mes, y proporcionan mucha información impresa que  ayuda, sobre todo si eres primeriza ¡como fue mi caso!
Hay distintas actividades que se pueden practicar durante el embarazo, una de ellas es la natación. El hospital tiene horarios en los cuales una partera se hace cargo del grupo de mujeres embarazadas, con el que se realizan ejercicios que ayudan en el momento del parto, así como de relajación; también se pueden tomar clases de yoga, para ello existen varios lugares.
Otro servicio que brinda el hospital son las clases prenatales que son elementales para conocer todo lo que ocurrirá en el momento del parto. Toda esta información es fundamental y se complementa con la que te ofrece la partera a lo largo de todo el embarazo. Toda esta información junta ayuda a que la experiencia del parto no sea tan difícil, pues sin duda lo sería un poco más, si no se contara con esa información.
No obstante, aún y contando con toda esa información, nunca se descarta que pueda haber complicaciones en el momento del parto, pero de igual manera, la atención que se ofrece para enfrentarlas ¡es de lo mejor!
Opciones para el parto.
El hospital tiene diferentes opciones para que el parto se lleve a cabo. Entre estas están:   parto en agua, cesárea, parto en casa, parto en el hospital, donde por ejemplo te puedes apoyar con máquinas que te dan descargas eléctricas que engañan el dolor. También se ofrecen servicios de aromaterapia, masajes, entre otras…
Momento del Parto
La experiencia del parto puede ser rápida y sin ningún medicamento administrado, si se pone en práctica todo lo aprendido durante el embarazo existe una mayor probabilidad de tener una buena experiencia, pero si el parto se complicara siempre hay el sentimiento de que en el hospital se hará todo lo necesario para que la madre y el bebé siempre estén bien.
Despues del parto
Para las embarazadas es muy importante saber que si se es primeriza la partera siempre estará apoyándote hasta que considere que están listos para tener al bebé en las mejores condiciones. Ella te enseña cómo amantar a tu bebé, cómo bañarlo, cambiarlo y además le hacen la prueba del tamiz en casa, no tienes que ir al hospital si no es necesario y ellas de auxilian en todo, de cualquier manera si el bebé se enferma hay una línea de ayuda en la cual van monitoreando al bebé contigo y te preguntan todos los síntomas, y solo si consideran que es necesario te envían una ambulancia, y si no es suficiente para ti puedes ir directamente al hospital donde atenderán al bebe de emergencia.
Después de que la partera se despide empieza la visita de una enfermera por parte de la clínica a la cual estas inscrita, es importante saber que puedes registrarte en cualquier clínica cercana a tu domicilio. Nosotros por ejemplo decidimos cambiarnos de la clínica de la Universidad y hemos tenido atención personalizada que puedo calificar como de lo mejor, solo tienes que avisar en la clínica que estas adscrita sobre el cambio que deseas realizar y ellos hacen todos los trámites.
Actividades para los bebes
Los bebés pueden tener diversas actividades, como asistir a grupos de lectura en la biblioteca, grupos para reunirlos con otros bebés y como mamá puedes intercambiar impresiones de la experiencia con un nuevo miembro en la familia, visitas a los museos y parques en los cuales existen diversas actividades (lectura de cuento, dibujo, música, exposiciones) las cuales pueden ser muy recreativas para ambos, clases de masaje y yoga.
Siempre encontrarás accesorios y ropa de todos los precios y de buena calidad, pues en la mayoría de las tiendas hay una sección de bebes en donde puedes elegir, dependiendo tus posibilidades económicas sin perder la calidad desde lo mas económico.
Puntos a considerar
Todo lo anterior se escucha muy bien para tener un bebé en Sheffield, sin embargo, hay limitantes para que todo sea perfecto.
Si eres estudiante tienes que parar tu investigación y si no entregas avances es posible que te cancelen tu pago hasta que regreses a trabajar y te pongas al corriente, sin embargo puedes platicarlo con tu supervisor y así adelantar trabajo en el tiempo de la gestación para tener reservas e ir entregando tus reportes  para el momento del nacimiento tener el tiempo suficiente y obtener tu beca normalmente.
Algunos establecimientos como el Pub, y ciertos restaurantes no te permiten estar con tu bebé después de las seis de la tarde, pero puedes ir al parque o caminar, ¡Claro, si el clima te lo permite!
La guardería es sumamente cara, si eres inglés, o ciudadano europeo, puedes solicitar fondos para pagar la guardería, pero de lo contrario solo puedes acceder a cómodos pagos, anexo una tabla de los precios de una de las Universidades de Sheffield.
http://www.shu.ac.uk/services/sls/support/childcare/fees.html#fees
Si se tiene un bebé en el extranjero no siempre se puede tener la ayuda de la familia, como sería si se viviera esta experiencia en el país de origen. Sin duda es una experiencia difícil y siempre se necesita de un apoyo extra o alguien quien te pueda ayudar a cuidar a tu bebé por si decides trabajar. También tienes la opción de la guardería pero si tu trabajo es de medio tiempo y te pagan el salario mínimo, el costo de la guardería superaría tu salario.
Como se puede ver la experiencia de ser madre en el extranjero puede ser algo complicado, pero también hay muchos puntos positivos que se pueden apreciar y que ayudan a conocer la mejor forma de cuidar a tu bebé en esta ciudad.
He tratado de dar un panorama de cómo puede vivirse la experiencia de convertirse en madre como extranjera en Sheffield, aquellas personas que estén viviendo una situación similar y quieran algún consejo, o les interese profundizar en alguna información que aquí se ha tratado no dude en contactarme: jannet_p@hotmail.com.